KAUFMANN
ARQUITECTURA AUTÓNOMA
De Ledoux a Le Corbusier
La nueva arquitectura
confiere especial relevancia
y autonomía a las partes.
Se entiende ésta como una arquitectura
fragmentaria, que la valora por encima de la armonía y de lo bello que sea el conjunto.
Sobre que se fragmenta esta arquitectura? Se
fragmenta sobre la tradición y la continuidad de la tradición histórica, y de la naturaleza.
No se contempla el entorno. Se entiende la
arquitectura como un ejercicio masivo y volumétrico, que se desvincula de su entorno.
Ledoux: proyecto de refugio de cazadores, 1778
"El proyecto de un pabellón de caza en los
alrededores de la ciudad ideal deja
adivinar claramente
la influencia de las construcciones barrocas. En el grabado
de 1778 que muestra una vista perspectiva [fig. 10], se percibe un
edificio
central dominante, y a su lado otros edificios de menor altura,
manifiestamente
subordinados al primero, y finalmente los
típicos setos recortados según la
tradición. A pesar de la diferencia de
importancia dada a los diferentes
edificios, la idea de encadenamiento ha
desaparecido. Sin duda, el edificio
principal domina el conjunto, pero la unidad se ha disuelto en una
multiplicidad
de partes independientes. Con su forma maciza,
quedan completamente aisladas.
En el encadenamiento barroco, cuando todavía
vivía, las líneas de cada parte de
la construcción reenviaban a las otras partes.
(...)
Ledoux: primer proyecto de las salinas y
la ciudad ideal de Chaux,
"En la casa Saiseval en
la rue de Bourbon, Ledoux evidencia la agregación de
tres
edificios que se elevan sobre un mismo basamento, no
según los viejos
esquemas
de correspondencia, sino simplemente a través de la iteración de
los elementos
singulares: pórticos, ventanas palladianas, cúpulas y escalinatas
abiertas. Este criterio
compositivo tan refinado de la iteración de elementos
independientes, tiene una
historia propia que me propongo examinar en un próximo
estudio sobre el entero
desarrollo de la arquitectura del siglo XVIII.
"
(Kaufmann, 1952)
Ledoux: Casa Saiseval,
Ledoux: Casas Hosten, 1787
"La última posibilidad para Ledoux de dar
prueba de su energía
creativa le fue ofrecida por el Nuevo Mundo. En
1787 el
americano Hosten
le encargó la construcción, sobre
una amplia parcela,... de su propia residencia y catorce otras
casas de alquiler... (Ledoux) trató de afrontar el
problema de la
multiplicidad de esas
casas, esencialmente
a través del simple medio de la yuxtaposición y a través del
diverso tratamiento
de las fachadas. Estos últimos proyectos
tienen bastante poco en común tanto con sus
experimentos precedentes como con con la casi totalidad de la
fenomenología
arquitectónica, antes y después de él. El
objetivo era la búsqueda
de la solución
óptima, del método por excelencia, que, sin
embargo, las inciertas condiciones de la
época no le
permitieron alcanzar. Es fácil además destacar los
aspectos negativos de
ese proyecto: difícil apenas caracterizarlo.
Aquí han sido abandonadas casi completamente la
gradatio y la
concatenatio
del barroco, confiando en gran parte en el efecto del
contraste entre arcos
y series de aperturas rectangulares."
(Kaufmann, 1952)
La separación de las
partes, el estallido del
encadenamiento Barroco, es
uno de los momentos más
importantes en la arquitectura según Kaufmann.
"El 'clasicismo romántico' se contrapone al concepto de 'tardo-barroco'.
Este
último -dice Giedion- tiene sus mejores realizaciones cuando puede
crear
grandes sucesiones
espaciales. La realización espacial más notable del
Spätbarocker Klassizismus es el Panthéon de
París de Jacques- Germain
Soufflot (iniciado en
1757).
Soufflot: Pantheon, París,
1757-1790
Gilly: Monumento a Federico II,
1796
“En el Romantischer
Klassizismus, en cambio,
necesariamente el volumen
tiende
a reducirse para realizar
unidades independientes y
conclusas, como
cubos
plásticos: lo que interesa
es la masa, el bloque. En
esta clave,
el Friedrichs-Denkmal de
Gilly aparece como una suma de cristalizaciones.
Y, con Schinkel, “el
clasicismo romántico se
manifiesta en el modo más
puro
cuando puede expresarse libremente en modo plástico y formar no el
espacio, sino el volumen”. Y finalmente –observa
Giedion más adelante- no
existe
ya en las plantas románticas el ritmo cerrado de los
espacios barrocos,
sino
que aparece algo ralentizado: las partes singulares devienen individualizadas
independientes alineadas, y se
podría cambiar su orden sin cambiar nada decisivo.
Al leer la arquitectura
de la ilustración o tambien
tres arquitectos revolucionarios:
Boullée, Ledoux, Lequeu, queda claro que Kaufmann obtuvo su definición de
“Pavillonsystem” – la
composición arquitectónica
por partes autónomas- de la
tesis de Giedion.” (Teyssot,
1976)
Tal y como vemos en el Barroco, el gusto por
esa excesiva transformación llega hasta la
naturaleza, que se convierte en
naturaleza artificiosa. Por el contrario en el Clasicismo
Romántico, la naturaleza es naturaleza. Se trata como tal, y se desvincula del proyecto.
“Arquitectura y naturaleza orgánica, que en el
conjunto de la obra de arte
barroco
se interpenetraban perfectamente, ahora se contraponen.” (Sedlmayr,
1947)
Sedlmayr, Arnheim: el
edificio esférico
Sobre el edificio esférico como
atentado contra la ley de la gravedad, como manifestación de la autonomía de la
arquitectura respecto de la naturaleza:
"El que todo un edificio adopte una forma esférica
representa el mayor desafío
al imperio de la
gravedad exceptuado el vuelo. El globo arquitectónico toca
el
suelo en un único punto y está presto a despegar. En virtud
de su independencia
de las normas que rigen
la actividad terrestre, la forma esférica se reserva para
edificios
cuya finalidad case con
dicha independencia. (...)
Boullée: proyecto de cenotafio para
Newton, 1784
Ledoux: casa de los guardias
forestales,
Este edificio, que
parece una aeronave posada sobre la tierra a la que sólo toca por un punto,
pero hacia la cual se
tienden unos puentes, aparece en un fantástico proyecto del iniciador de
la revolución
arquitectónica, Claude Nicolas Ledoux, que lo destina a
residencia de guardas campestres.
La forma esférica no
se halla de ningún modo motivada, y el proyecto produce la sensación de una
auténtica locura. No parece que
merezca la pena ocuparse en serio de semejante extravagancia. Y sin embargo,
nada muestra de modo más
impresionante la extraordinaria conmoción arquitectónica que ha debido
producirse
para engendrar aquel
proyecto. Antes de que una ocurrencia semejante salga a la luz del día, aunque
sólo fuera
como una broma casual,
tiene que haberse equiparado la arquitectura con la geometría.
La esfera es
una forma no-arquitectónica, antiarquitectónica
incluso. El cubo, la pirámide, el cilindro, el cono,
pueden ser considerados,
aunque de todos modos en un sentido muy vago, como formas primitivas de
edificios,
pero nunca la esfera; a lo
más, la semiesfera. En épocas antiguas se dieron la pirámide y la semiesfera
como
formas básicas de edificios;
nunca la esfera. E incluso las otras formas enumeradas deben perder su crudeza
para
pasar de la geometría a la
arquitectura. Un cilindro, por ejemplo, puede ser una forma arquitectónica si se
presenta erecto,
no yacente; un cono debe descansar en su base circular, no
situarse en equilibrio sobre su vértice. Sólo es tectónico lo
que reconoce a la tierra
como su base. Incluso las arquitecturas que parecen oscilar, como es el caso
para ciertos edificios
góticos o barrocos, se
refieren al suelo terrestre como a su base posible, de la cual tal vez se alejen
o sobre la cual acaso
oscilen. La esfera niega el
suelo."
“ Empecé pintando un cuadro para el Rey, y
he acabado pintando para
mí” David vemos como es palpable el cambio
de mentalidad artística.
Como el artista entiende la
obra como algo propio, sin necesidad de ser realizado (arquitecto)
se entiende más como un ejercicio personal.
TARDOBARROCO Y CLASICISMO
ROMÁNTICO
GIEDION
El clasicismo romántico es un término ante todo contradictorio y paradójico. Este fue inventado por los
historiadores
alemanes del siglo XX a falta de
lo que llamamos Renacimiento. Y decimos que se
trata de un concepto paradójico y
contradictorio por los conceptos que
relaciona. Mientras que el concepto de clasicismo nos evoca
la antigua Grecia y
Roma, con sus órdenes y su marcado carácter imperial, el
romanticismo nos lleva a la edad media, con sus castillos,
fortificaciones y cementerios, todo ello tras un lúgubre y tenebroso velo.
He aquí la contradición.
“El clasicismo Romántico tendía no tanto a lo “bello” en el sentido de Aristóteles y los estetas del siglo dieciocho,
sino
más bien a lo que había sido señalado por Edmund Burke en 1756 como lo “sublime”. (Hitchcock,
1958)
"El término Clasicismo Romántico es una invención
de historiadores del siglo veinte, que trata con su propia
contradictoriedad
de expresar la ambigüedad del modo dominante en las
artes durante ese período.
(...)
Como el adjetivo del término Clasicismo Romántico hace evidente, el
clasicismo de finales del siglo dieciocho
y de
principios del diecinueve no era en absoluto el mismo del Renacimiento ni
siquiera el de la reacción académica
de
las décadas primeras y medias del siglo dieciocho. El Clasicismo Romántico
tendía no tanto a lo 'bello' en el
sentido de Aristóteles y los estetas del siglo dieciocho,
sino más bien a lo que había sido señalado por Edmund
Burke
en 1756 como lo 'sublime'."(Hitchcock,
1958)
Giedion le confiere al Romanticismo el nombre
de Clasicismo Romántico , y
del mismo modo, el Barroco viene a ser
el Tardo Barroco. Así como entre el Neoclasicismo y el Barroco existe un claro cisma, ocurrirá lo mismo entre
Barroco y romanticismo. Esta
vendría a ser la “discontinuidad simétrica”, de
Foucault.
“El barroco y el romanticismo están enfrentados. ¡El barroco adelantándose tormentoso, agresivo! El cosmos está
ahí
para descomponerlo en niveles que se subordinan servilmente y se inclinan en un
sistema completo hacia una
cumbre
eterna. ¡El poder se hace símbolo! El yo individual no vale nada. ¡Todas las células deben obedecer!
¡Todo es parte! (...) ... la eterna culminación, a la que todo tiende en el barroco, el gran
sistema al que todo debe
someterse para servirle, para
poder al fin renacer en una
unidad mayor, más potente y profunda, como la deslumbrante
suma
de las partes singulares,
¿ese centro le falta al
romanticismo! La unidad del
romanticismo –considerado
como
época- consiste en su capacidad de dejar crecer una junto a otra todas las cosas, con lo que aparece una multplicidad
de individuos singulares, sean casas, árboles o formas estilísticas, que han comprado su crecimiento sin límites con
una
reducción de su comunidad, con el mayor aislamiento. (...) El penetrante
ojo del romanticismo arranca
como
con pinzas la forma
ajena de su entorno anterior, la transplanta a
su propio contexto y le deja un lugar de honor.
La forma, la forma plástica singular ejerce un señorío inhabitual, haciendo pedazos y casi recubriendo a su capricho
el sentimiento global de
la composición. En el romanticismo se trata del individuo... aquel tiempo situó la belleza
de una forma en su
contorno.
La mirada romántica, que
ve el mundo como una suma de
individuos, que toma los objetos por su contorno, se
agarra a las formas del
pasado y espera su salvación en usarlas con la mayor precisión . ¡Cada una de las
partes y
la forma comienzan a
ejercer su tiraní sobre la arquitectura!”. (Giedion, 1922)
Olivier: La Santa Alianza,
1815
Schinkel, Rauch: Monumento en el Kreuzberg,
1818-26
Mientras el barroco contiene multitud de líneas diagonales que potencian su forma abierta, vemos como el Clasicismo
Romántico presenta una trama ortogonal reflejando una clara forma cerrada.
Tal vez seria preciso
hacer un inciso y enfatizar el significado de formas abiertas y cerradas.
FORMA ABIERTA:
Es característica del Barroco, y establece que sus formas no están completamente delimietadas por su contorno.
Estas
acaban de ser definidas en
su entorno. Motivo que hace que las fachadas parezcan fundirse su entorno.
Esta forma viene a ser
una trasgresión de los límites
FORMA CERRADA.
Es particular del neoclasicismo y por tanto del
romanticismo. Establece que
sus formas están delimitadas y son precisas.
Vemos
como los edificios se desmarcan y desvinculan de su entorno, ya que por si solos están definidos. Esta forma esta
sujeta
a un límite un orden y una
ley.
El barroco es un tiempo donde lo verdadero y lo falso no quedan delimitados. Los sentidos están engañados por un excesivo
exceso. A modo de ejemplo en otras artes, vemos reflejado este exceso en Fray Gerundio, obra del Padre Isla. Conde se refleja
con sutil ironía esta teatralidad y cambio de funciones que adoptan
los personajes. (un decrepito y frágil orador con una
vigorosa teatralidad,
mientras un fuerte y robusto noble aparece frágil y decrepito como aparentaba el orador.)
Jovellanos hace una crítica global
hacia la arquitectura, en la que dice que hay una excesiva teatralidad y una grandilocuencia vacía.
De
aquí surge la necesidad de
un mayor control sobre la arquitectura. Control que se
refiere a las proporciones, medidas,
ornamentación, simplicidad, sinceridad y autonomía.
El clasicismo Romántico quiere romper con estos excesos del Barroco.
Chodowiecki: dos
siluetas,
Flaxman: ilustración para
Esquilo