SUBLIME |
LO BELLO |
Sin forma |
Forma |
Ilimitado* |
Limitado |
Cantidad |
Cualidad |
Seriedad |
Que juega |
Sentimiento (reacción frente una
realidad)* |
Encanto |
Se puede imaginar mediante la
razón |
Se puede imaginar sin necesidad de
razonar |
Placer negativo* |
Placer positivo |
Objetivo |
Subjetivo |
Ilimitado
Definición
verbal de lo sublime.
Sublime llamamos a lo
que es absolutamente grande. (...)
Aquello que es grande por encima de toda comparación.
(...)
La definición anterior puede expresarse también así: Sublime es aquello en comparación con lo cual toda otra
cosa es pequeña. (...)
Podemos, pues, añadir a las anteriores formas
de la definición de lo sublime esta más: Lo infinito
es absolutamente (no sólo comparativamente) grande. Comparado con él, todo lo otro (magnitudes de la misma
especie) es pequeño. Pero (esto es lo más
importante) el poder solamente pensarlo como un todo
denota una facultad del espíritu que supera toda medida de los sentidos,
(...)
Para poder sólo pensar el infinito dado sin contradicción, se
exige en el espíritu humano una facultad que sea ella misma suprasensible,
(...)
Sublime es, pues, la naturaleza en aquellos de sus fenómenos cuya
intuición lleva consigo la idea de su infinitud. Esto último, ahora bien, no
puede ocurrir más que mediante la inadecuación incluso del mayor esfuerzo de
nuestra imaginación para la apreciación de la magnitud de un objeto.
(...)
El infinito tiene la transparencia del mal.
Lo
que nos rebasa nos desprecia.
Lo que se nos escapa nos destruye
Edmond Jabés. El libro de las preguntas
Sentimiento: reacción frente una realidad
"Todo lo
que es a propósito de cualquier modo para excitar las ideas de pena y de
peligro, es decir, todo lo que de algún modo es terrible, todo lo que versa
acerca de los objetos terribles, u obra de un modo análogo al terror, es un
principio de sublimidad: esto es, produce la más grande emoción que el espíritu
es capaz de sentir. Digo la más fuerte emoción, porque estoy convencido de que
las ideas de pena son mucho más poderosas que las que nos vienen del
placer."
(Burke, 1757)
Placer negativo
El
sentimiento de lo sublime es, pues, un sentimiento de dolor que nace de la
inadecuación de la imaginación, en la apreciación estética de las magnitudes,
con la apreciación mediante la razón; y es, al mismo tiempo, un placer
despertado por la concordancia que tiene justamente ese juicio de inadecuación
de la mayor facultad sensible con ideas de la razón, en cuanto el esfuerzo hacia
éstas es para nosotros una ley." (Kant, 1790)
"El desierto es el lugar
del sublime, lo bello y lo pintoresco quedan fuera de él. La sublimidad
entendida según Burke surge de la contemplación de la grandeza que se desprende
de lo absoluto. Pero la contemplación exige de por sí una distancia un punto de
mira que no se encuentre inmerso en lo inabarcable, pues es temor no sublime lo
que siente el caminante en el desierto. El desierto es sublime visto desde la
muralla de la ciudad desde donde se contempla. Para Kant el sublime no es una
categoría estética al igual que la belleza pues no cumple completamente las
exigencias de falta de conocimiento y de desinterés. Lo sublime no es una
cualidad del objeto sino del sujeto que lo contempla, a raíz de un desfase
producido entre nuestra intuición y la magnitud de tales objetos. Es un
mecanismo de defensa proporcionado por la razón con la cual podemos someter al
objeto. Someter al objeto, dominar al desierto gracias a la razón."
http://www.pliegosdeopinion.net/pdo5/pensamiento/filosofia.htm
Definición de lo sublime según
Schopenhauer
"Transportémonos a una comarca solitaria; el horizonte
es infinito, el cielo aparece sin nubes; ningún soplo de viento agita los
árboles ni las demás plantas; no hay animales, ni hombres, ni aguas vivas; reina
el silencio más profundo; semejante paisaje invita a lo serio, a la
contemplación, al olvido de toda voluntad y de sus miserias; pero esto da
también a aquel paisaje donde dominan la soledad y el silencio cierto matiz de
sublimidad. Pues como la voluntad, ávida siempre de desear y de adquirir, no
encuentra objeto alguno favorable ni desfavorable, no queda más que el estado de
contemplación pura, (...) La comarca que hemos descrito nos da, pues, un
ejemplo de lo sublime en grado inferior. Al conocimiento puro, con su calma y su
sobriedad, se halla asociado como contraste el recuerdo de una voluntad siempre
dependiente, siempre miserable, agitada siempre por la necesidad de moverse.
Este género de sublimidad es el que caracteriza la belleza bien conocida de las
praderas sin fin de la América del Norte. Despojemos a esta comarca de toda
vegetación, no le dejemos más que rocas peladas, enseguida la voluntad se
sentirá inquieta por la falta de toda producción orgánica que pueda servir para
nuestra subsistencia; el desierto adquirirá un aspecto aterrador, (...) El
sentimiento de lo sublime nos dominará claramente. Aumentará todavía en las
siguientes circunstancias: la Naturaleza se halla en violenta agitación, las
nubes amenazadoras que oscurecen el cielo dejan pasar tan sólo una media luz,
inmensas rocas peladas, que parecen próximas a desplomarse, cierran el horizonte
juntándose, los torrentes braman y espuman, el viento gime en las gargantas de
las montañas. Nuestra dependencia, nuestra lucha contra una naturaleza enemiga,
nuestra voluntad vencida en el combate, todo esto se nos aparece entonces
visiblemente; pero mientras no se sobrepone nuestro sentimiento de angustia
personal y nos mantenemos en la contemplación estética, el sujeto puro del
conocimiento a quien nada de esto concierne ni conmueve, observa tranquilamente
esta lucha de la Naturaleza, esta imagen de la voluntad quebrantada, y en estos
mismos objetos amenazadores y temibles para la voluntad no percibe más que sus
Ideas. En ese contraste descansa el sentimiento de lo sublime. Esta impresión se
hace todavía más poderosa cuando la lucha de los elementos desencadenados se
efectúa ante nuestros ojos; (...) En estos instantes es cuando el intrépido
espectador de semejante cuadro reconoce con toda evidencia la naturaleza doble
de su conciencia; comprende que es individuo, fenómeno frágil de la voluntad, a
quien el golpe menor de aquellas fuerzas podría aniquilar; ser impotente contra
la poderosa Naturaleza, criatura dependiente, juguete de la suerte, átomo
imperceptible enfrente de poderes colosales, pero al mismo tiempo se siente
sujeto inmortal del conocimiento puro, que, como condición del objeto, es el
portador del mundo entero; siente que esta lucha aterradora de la Naturaleza no
es más que su propia representación, y que él mismo, en la tranquila
contemplación de las Ideas, es un ser libre y ajeno a toda voluntad y a toda
miseria. Tal es la impresión perfecta de lo sublime. Lo que lo produce es la
contemplación de un poder incomparablemente superior al hombre y que amenaza
aniquilarle. Esta impresión puede producirse también, de una manera muy
diferente, cuando nos representamos una simple cantidad en el espacio y el
tiempo, cuyas proporciones ilimitadas nos reducen a la nada. Podemos llamar al
primer género sublime dinámico (lo bello según Kant) y al segundo sublime
matemático (lo sublime según Kant), conservando las denominaciones y la exacta
división de Kant". (Schopenhauer, 1819) |
Arquitectura
sublime
Como ejemplo de arquitectura sublime encontramos el Cristal
Palace. El empleo de cristal le da a esta arquitectura un carácter sublime
debido a la pérdida de límites y la desmaterialización por el uso de placas de
cristal y vigas pintadas de color azul, que se camuflan en el cielo. La
construcción de este singular edificio creó a la vez una opinión positiva y
negativa y como se aprecia en la cita a continuación:
"Las condiciones
en que fue emprendida la construcción del Crystal Palace no habrían podido ser
respetadas, entendemos, de ningún otro modo más que con la ejecución del
admirable proyecto de Mr. Paxton. Y admitamos sin más que estamos llenos de
admiración por los efectos internos sin precedentes de tal estructura (...) un
efecto de espacio y de hecho una espaciosidad nunca obtenida hasta ahora; una
perspectiva tan vasta que el efecto atmosférico de la extrema distancia es del
todo nuevo y singular; una difusa luminosidad y un brillo fabuloso, nunca
supuestos antes; y sobre todo -uno de los atributos que más nos satisfacen- una
evidente franqueza y un realismo constructivo impagable. Y sin embargo, se ha
formado en nosotros la convicción de que eso no es arquitectura: es ingeniería
-de la mejor calidad y excelencia- pero no arquitectura. La forma está
enteramente por llegar, así como también las ideas de estabilidad y solidez
(...). Además, la infinita repetición de los mismos elementos componentes
-indispensable en una estructura como ésa- nos parece que niega cualquier
aspiración a una más alta calidad arquitectónica." (The Ecclesiologist,
1851)
Planta i alçat Crystal
Palace
Torre de defensa de
Viena
Sanatorio de Paimio (Alvar
Aalto)
Nueva Galería Nacional
(Mies van der Rohe)
Plaza del Tenis (Peña
Ganchegui)
LO BELLO
"Lo bello perderá la exclusividad del goce estético con la aparición de
otro concepto desarrollado por Edmund Burke: lo sublime. Según este autor la
belleza es un amor sin deseo y lo sublime implica cierto grado de temor, dolor
por aquello que se contempla. Si la belleza es susceptible de producir amor, lo
sublime tiene la capacidad de crearnos inquietud y temor. Ambos son goces
estéticos. Este concepto de lo sublime fue retomado por Kant y reelaborado como
aquel sentimiento que surge cuando nos enfrentamos a algo sumamente vasto y
abrumador que nos sobrepasa y que, sin embargo, acrecienta y pone de manifiesto
la dignidad y nobleza del hombre, pese a sus límites racionales."
"El juicio
del gusto es subjetivo pero universalizable por mostrar la relación que se
produce entre la representación y una satisfacción especial que se caracteriza
por el desinterés. El sentimiento estético ha de ser desinteresado y ajeno a los
fines. Lo bello es "una finalidad sin fin" o una "intencionalidad sin
intención"." "La belleza es, en Platón, una idea que se refleja en las cosas. Lo
bello es tal porque en él relumbra la idea que lo determina y que nos transporta
más allá de la apariencia inmediata. En el "aparecer" de las cosas bellas se da
o aparece la idea como idea."
"La belleza nos permite salir de un estado
sumido en la sensibilidad a otro estado que será plenamente humano por ser
inteligible y racional." (Schiller)
Definición de lo bello según
filósofos de mediados del siglo XVIII:
- Baumgarten (1714 - 1762) (Considerado el fundador de la estética).
Según él, el conocimiento lógico tiene por objeto la belleza. Esta es lo
perfecto o lo absoluto reconocido por los sentidos. Y la bondad, por otra
parte, es lo perfecto alcanzado por la voluntad moral.
Define la belleza
como una correspondencia, es decir, un orden entre ambas partes, en sus
relaciones mutuas y en su relación con el conjunto. En cuanto al fin de la
belleza, es gustar y excitar el deseo.
Por lo que toca a las
manifestaciones de la belleza, Baumgarten estima que la encarnación suprema de
la belleza nos aparece en la naturaleza, y deduce de ahí que el ideal supremo
del arte es copiar a la naturaleza.
- Súlzer (1720-1777)
Sólo considera bello lo que contiene una parte de
bondad; la belleza es lo que evoca y desarrolla el sentimiento moral.
- Mendelsshon (1729-1786)
Cree que el único fin del arte es la
perfección moral.
- Winckelmann (1717-1768)
Niega que el arte deba tender a ningún fin
moral, y le asigna como meta la belleza exterior, que limita a la belleza
visible. Según Winckelmann, hay tres especies de belleza: primero, la belleza
de la forma; segundo, la belleza de la idea, que se expresa por la posición de
las figuras; y tercero, la belleza de expresión, que resulta del acuerdo de
las dos anteriores bellezas. Esta belleza de la expresión, es el fin supremo
del arte; la realizó el arte antiguo; por consiguiente, el arte moderno debe
tender a imitar el arte antiguo.
- Shaftesbury (1690-1713)
Lo que es bello es armonioso y bien
proporcionado, lo que es armonioso y bien proporcionado es verdadero; y lo que
es a la vez bello y verdadero es naturalmente agradable y bueno. Dios es la
suma de toda belleza; de él procede la belleza y la bondad; así, a juicio de
ese inglés, la belleza es distinta a la bondad, y, sin embargo, se confunde
con ella.
- Hutcheson (1694 - 1747)
El fin del arte es la belleza, cuya esencia
consiste en evocar en nosotros la perfección de uniformidad en la variedad.
Tenemos dentro de nosotros un sentido interno, que nos permite reconocer lo
que es arte, pero que puede estar en contradicción con el sentido estético. En
fin, según Hutcheson, la belleza no corresponde siempre a la bondad, sino que
a veces se aparta de ella y hasta es su rival.
- Home (1696-1782)
La belleza es lo que gusta. Únicamente el gusto
define. El ideal del gusto es que el máximo de riqueza, de plenitud, de fuerza
y de variedad de impresiones, esté contenido en los más estrechos límites. Tal
es también el ideal de una obra perfecta de arte.
- Burke (1729-1797)
Lo sublime y lo bello son los fines del arte, tienen
su origen en nuestro instinto de conservación y de sociabilidad. La defensa
del individuo, y la guerra, que es su consecuencia, son las fuentes de lo
sublime; la sociabilidad y el instinto sexual que de ella dimanan, son la
fuente de lo bello.
- Padre André (Ensayo sobre lo Bello, 1741)
Hay tres especies de
belleza; la divina, la natural y la artificial.
- Batteux (1713-1780)
El arte consiste en imitar la belleza de la
naturaleza y su objeto debe consistir en agradar. Tal es también la definición
de Diderot, Voltaire y d'Alembert estiman que las leyes del gusto deciden en
materia de belleza, pero que esas leyes no pueden definirse.
- Pagano
Consiste el arte en reunir las bellezas dispersas en el seno de
la naturaleza. A juicio suyo, la belleza se confunde con la bondad: la belleza
es la bondad hecha visible y la bondad es la belleza interna.
- Muratori (1762-1790) y Spalletti ( Saggio sopra la belleza, 1755)
El
arte se asemeja a una sensación egoísta nacida a impulsos de la sociabilidad.
- Harmterbuis (1770-1790)
Según él, la belleza es lo que procura más
placer, y lo que nos procura más placer es lo que nos da mayor número de ideas
en el menor espacio de tiempo. Así el goce de lo bello es, para él, el mayor
de todos porque nos da mayor cantidad de ideas en menos espacio de tiempo.
- Kant
El hombre conoce la naturaleza fuera de él, y se conoce a sí
mismo en la naturaleza. En la naturaleza busca la verdad, en sí mismo busca la
bondad. La primera de esas investigaciones pertenece al dominio de la razón
pura, la segunda, al de la razón práctica. Pero, además, de estos dos medios
de percepción, existe también la capacidad de juzgar, que puede producir
juicios sin conceptos y placeres sin deseos. Esta capacidad es la base del
sentimiento estético. La belleza, según Kant, es, desde el punto de vista
subjetivo, lo que gusta de una manera general y necesaria, sin concepto y sin
utilidad práctica. Desde el punto de vista objetivo, es la forma de un objeto
que agrada, con tal de que este objeto nos agrade, sin cuidarnos para nada de
su utilidad.
- Fichte (1762-1814)
Este sostiene que el mundo tiene dos aspectos,
existiendo en una parte la suma de nuestras limitaciones, y en la otra la suma
de nuestra libre actividad ideal. Por el primer aspecto, todo resulta
desfigurado, comprimido, mutilado y vemos su fealdad; por el segundo,
percibimos los objetos en su plenitud y vidas íntimas, viendo así la belleza.
Según Fichte, ésta no reside en el mundo, sino es el alma bella. Tiene el arte
por fin la educación no sólo de la inteligencia y del corazón, sino del hombre
entero. De ahí resulta que los caracteres de la belleza no provienen de las
sensaciones exteriores, sino de la presencia de un alma bella en el artista.
- Schelling (1775-1854)
El arte es el resultado de una concepción de las
cosas en la cual el sujeto es la percepción de lo infinito en lo finito. El
arte es la unión de lo subjetivo y de lo objetivo, de la naturaleza y la
razón, de lo consciente y de lo inconsciente. Y la belleza es también la
contemplación de las cosas en sí, tales como existen en sus prototipos. Ni la
ciencia ni la destreza del artista producen la belleza, sino de la idea de la
belleza que está en él.
- Hégel (1770-1831)
Dios se manifiesta en la naturaleza y en el arte bajo
la forma de la belleza: la belleza es el reflejo de la idea de la materia.
Únicamente el alma es bella; pero la inteligencia se muestra a nosotros bajo
la forma sensible, y esta apariencia sensible del espíritu es la única
realidad de la belleza. La belleza y la verdad en tal sistema son una sola y
única cosa: la belleza es la expresión sensible de la verdad.
- Herbart (1776-1841)
No hay ni puede haber una belleza que exista en sí
misma. Nada existe fuera de nuestra opinión, y ésta se basa en nuestras
impresiones personales. Hay ciertas relaciones que llamamos bellas; y el arte
consiste en describirlas, así en la pintura como en la música y la poesía.
- Schopenhauer (1788-1866)
La voluntad se objetiva en el mundo en
diversos planos; cada uno de ellos tiene su belleza propia, y el más alto de
todos es el más bello. La renunciación de nuestra individualidad,
permitiéndonos contemplar esas manifestaciones de la voluntad, nos da una
percepción de la belleza. Todos los hombres poseen la capacidad de objetivar
la idea en diferentes planos; pero el genio del artista tiene tal capacidad en
más alto grado y puede así producir una belleza superior.
- Hartrnann (nacido en 1842)
La belleza no reside ni en el mundo
exterior, ni en la cosa en sí, ni en el alma, sino en la apariencia producida
por el artista. La cosa en sí no es bella, pero nos parece bella cuando el
artista la transforma.
- Schnaase (1798-1875)
No hay en el mundo belleza perfecta. La naturaleza
se aproxima a ella; el arte nos da lo que no puede darnos la naturaleza.
- Kirkmann (1802-1884)
Hay seis grandes divisiones en la historia: de la
ciencia, de la riqueza, de la moral, de la fe, de la política y de la belleza.
El arte es la actividad ejerciéndose en el dominio de esta última división.
- Helmholtz (1821-1896)
Sólo se ocupó de estética musical, que la belleza
en la música sólo se obtiene mediante la observación de ciertas leyes
invariables: leyes que el artista no conoce, pero a las cuales obedece de un
modo inconsciente.
- Bergmann (Ueber das Schoene, 1887)
Es imposible definir la belleza de
un modo objetivo. La belleza no puede ser percibida sino de un modo subjetivo,
y por consiguiente, el problema de la estética consiste en definir lo que
gusta a cada cual.
- Jungmann (muerto en 1885)
1º la belleza es una cualidad suprasensible
de las cosas; 2º el placer artístico se produce en nosotros por la simple
contemplación de la belleza; 3º la belleza es el fundamento del amor.
- Cousín (1792-1867)
La belleza descansa siempre sobre una base moral.
Afirmaba que podía ser definida objetivamente, y que era, por esencia, la
variedad en la unidad.
- Jouffroy (1796-1842)
Veía en la belleza una expresión de lo
invisible.
- Ravaissón
Consideraba la belleza como el objeto y fin supremo del
universo.
- Renouvier
No dudemos en afirmar que una verdad que fuese bella no
seria más que un juego lógico de nuestro espíritu, y que la única verdad
sólida y digna de este nombre es la belleza.
- Taine (1828-1893)
Hay belleza cuando el carácter esencial de una idea
importante se manifiesta más completamente que en la realidad.
- Guyau (1854-1888)
La belleza no es una cosa exterior al objeto, sino la
quintaesencia del objeto. El arte es la expresión de una vida razonable y
consciente, que evoca en nosotros a la vez la conciencia más profunda de
nuestra existencia y los más altos sentimientos y los pensamientos más nobles.
A su parecer, el arte transporta al hombre desde la vida personal a la vida
universal por medio de una participación de los mismos sentimientos y de las
mismas ideas.
- Cherbuliez
El arte es una actividad que: 1º satisface nuestro amor
innato por las apariencias; 2º encarna, en esas mismas apariencias, ideas; y
3º da al mismo tiempo placer a nuestros sentidos, a nuestro corazón y a
nuestra razón.
- Mario Pilo (1895)
La belleza es producto de nuestras impresiones
físicas. El fin del arte es el placer: pero el autor estima que este placer
debe ser eminentemente moral.
- Fierens-Geváert (1897)
El arte consiste en el equilibrio entre el
mantenimiento de las tradiciones de lo pasado y la expresión del ideal de lo
presente.
- El Sár Peladán
La belleza es una de las manifestaciones de Dios. No
hay más realidad que Dios, no hay más verdad que Dios, no hay más belleza que
Dios.
- Verón (1878)
Se distingue de las demás obras del mismo género, por su
claridad y por lo comprensible que es. Sin dar una definición exacta del arte,
el autor tiene el mérito de desembarazar la estética de todas las vagas
nociones de la belleza absoluta. EI arte, según Verón, es la manifestación de
una emoción exteriorizada por una combinación de líneas, formas, colores, o
por una sucesión de movimientos, de ritmos y de sonidos.
- Carlos Darwin (1805-1882)
La belleza es un sentimiento natural, no
sólo en los hombres, sino en los animales. Los pájaros adornan sus nidos y se
fijan en la belleza, en sus relaciones sexuales. La belleza, por otra parte,
es un conjunto de nociones y de sentimientos diversos. El origen de la música
debe buscarse en el llamamiento dirigido por los machos a las hembras.
Siguiendo a Herberto Spencer (nacido en 1820), el origen del arte debe
buscarse en los juegos. En los animales inferiores toda la energía vital se
emplea en asegurar la vida individual y la de la raza; pero en el hombre,
cuando sus instintos están satisfechos, queda un exceso de fuerza que se
consume en los juegos y luego en el arte.
- Grant Allen (1877)
La belleza tiene un origen físico. Los placeres
estéticos provienen de la contemplación de la belleza, pero la concepción de
la belleza es el resultado de un proceso fisiológico. Lo bello, es lo que
procura un máximo de estímulo con un mínimo de gasto.
- Sully
Elimina en absoluto la noción de belleza. El arte, en su
definición, es sencillamente un producto capaz de procurar a su productor un
goce activo y hacer nacer una impresión agradable en cierto número de
espectadores o de oyentes, con independencia de toda consideración de utilidad
práctica.